Tercera semana de adviento. Isaías 12,1-6
Para comprender el salmo
- En no pocas ocasiones, la liturgia emplea himnos, cánticos, poemas, que no están en el libro de los salmos, pero que, por su naturaleza poética, encajan en la pretensión de recoger la oración del pueblo para responder a lo escuchado en la primera lectura. Así, este cántico de Isaías te sonará porque es empleado en distintas ocasiones en el año litúrgico, incluso en la vigilia de Pascua.
- La composición cierra una sección (capítulos de 7 al 12) denominada «Libro del Emmanuel» que anuncia la llegada de un mesías que traerá la paz, la armonía, el bienestar… y por cuya temática es un texto privilegiado para este tiempo de adviento.
- El contexto histórico es el de una de las muchísimas guerras que ha vivido el pueblo de Israel, en este caso la siroefraimita. El conflicto parece haber terminado, los exiliados pueden retornar y un creyente eleva a Dios una oración de acción de gracias. La composición debió pasar al pueblo y debió servir para la oración durante décadas antes de ser puesta por escrito y situada en este punto del libro de Isaías.
- Su interpretación es que la guerra ha sido consecuencia del castigo de Yahvé por los pecados del orante o ya del pueblo. Ahora que ha terminado, es momento para el agradecimiento y la alabanza. En cierto modo, siente que se está produciendo una nueva liberación: entonces fue la de Egipto. Ahora, la de la guerra que concluye.
- El salmo sugiere que la experiencia vivida forje una alianza para siempre: «no dudéis», «confiad en Él», si ahora estás viviendo situaciones de dificultad, recuerda el final de esta guerra, que sirva de inspiración para sostenerte en Dios. Habrá un día en que podrás pronunciar «Aquél día veréis».
El salmo
1. Te doy gracias, Señor, porque estabas airado contra mí,
pero ha cesado tu ira y me has consolado.
2. Él es mi Dios y salvador:
confiaré y no temeré, porque mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación.
3. Y sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación.
4. Aquel día diréis: «Dad gracias al Señor, invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas, proclamad que su nombre es excelso.
5. Tañed para el Señor, que hizo proezas, anunciadlas a toda la tierra;
6. gritad jubilosos, habitantes de Sión: "Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel"».
Para hacer oración con el salmo
- El cántico de Isaías nos invita, en primer lugar, a hacer memoria de nuestras grandes tragedias, las vividas en tiempos antiguos y que ya han concluido. ¿Cómo estoy respecto a aquellos momentos de angustia y tensión? ¿Qué lectura puede hacerse de aquello? ¿En qué consistió la salvación en ese contexto? ¿Cómo es posible leer la acción de Dios?
- En segundo lugar, nos invita a traer a la oración los dramas actuales. ¿En qué consisten? ¿cuáles son los enemigos? La memoria sobre los que ya han sido superados ¿pueden ser ocasión para otorgar esperanza a los actuales?
- ¿En qué consistirían las aguas de la salvación que nos promete el cántico?
- ¿Con qué gestos podría cumplir la petición del cántico: «tañed para el Señor, anunciad al señor sus proezas, gritad jubilosos».
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