|
|||||||||||
|
|||||||||||
|
|||||||||||
|
|||||||||||
|
|||||||||||
|
|||||||||||
|
|||||||||||
|
|||||||||||
|
|||||||||||
|
|||||||||||
|
|||||||||||
|
|||||||||||
|
|||||||||||
|
|||||||||||
|
|||||||||||
|
|||||||||||
|
|||||||||||
|
Noticias para este mes de abril
Para hacer oración con el salmo de la primera semana de cuaresma
Salmo de la semana I de cuaresma.
Para comprender el salmo
Este salmo se refiere al fiel que confía en el Señor. Pone en voz del orante la fe en el Dios de misericordia que le salva de la tentación.
Es un salmo de esperanza para el que “habita al amparo del Altísimo”. Promete el auxilio divino a quien confía en Dios. Habla sobre el cumplimiento de las promesas del Padre.
En la Liturgia de las horas, este salmo se reza todos los domingos en las II Completas.
Este es el salmo con el que el tentador tentó a Jesús en el desierto.
Salmo 90
Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío,
Dios mío, confío en ti».
No se acercará la desgracia,
ni la plaga llegará hasta tu tienda,
porque a sus ángeles ha dado órdenes
para que te guarden en tus caminos.
Te llevarán en sus palmas,
para que tu pie no tropiece en la piedra;
caminarás sobre áspides y víboras,
pisotearás leones y dragones.
«Se puso junto a mí: lo libraré;
lo protegeré porque conoce mi nombre;
me invocará y lo escucharé.
Con él estaré en la tribulación,
lo defenderé, lo glorificaré»
Para hacer oración con el salmo
De los sermones de San Agustín
El que imita a Cristo de modo que llega a tolerar todas las molestias de este mundo, y que, poniendo en él la esperanza, ni los halagos le cautivan, ni el temor le doblega, éste es el que habita bajo el amparo del altísimo, y el que mora protegido por el Dios del cielo, como habéis oído y cantado en el salmo; pues con estas palabras comienza el salmo. Y en cuanto a las palabras con las que el tentador tentó al Señor, las reconoceréis cuando lleguemos a ellas, pues son bien conocidas. Dirá al Señor: Tú eres mi protector y mi refugio, Dios mío. ¿Quién dice esto al Señor? El que habita al amparo del Altísimo. ¿Y quién es el que habita al amparo del Altísimo? El que no habita bajo su propio amparo. ¿Quién es el que habita al amparo del Altísimo? El que no es soberbio, como aquellos que comieron para ser como dioses, y perdieron lo que tenían cuando fueron creados como hombres inmortales. Quisieron ampararse bajo sus propios recursos, y no bajo el amparo del Altísimo; escucharon la invitación de la serpiente, despreciando el mandato de Dios; y se encontraron con lo que Dios les había amenazado, no con lo que les había prometido el tentador.
Te cubrirá con sus plumas, bajo sus alas te refugiarás. Dice esto para que tú no busques refugio en ti mismo, no vayas a creer que puedes protegerte a ti mismo. Él te protegerá para librarte; él te librará de la trampa de los cazadores, y de la palabra dura. Te cubrirá con sus plumas. Esto puede entenderse como la espalda o como el pecho. La espalda está cerca de la cabeza. Pero dado que dice: bajo sus alas te refugiarás, está claro que protegiéndote con las alas extendidas, tú estarás en medio y ellas a un lado y al otro, sin temor de que alguien te cause daño alguno. Procura no alejarte de allí, adonde ningún enemigo osará acercarse.
Me invocó y lo escucharé; con él estoy en la tribulación. No temas ser atribulado, como si Dios no estuviese contigo. Ten fe y Dios estará contigo en la tribulación. Se trata de las olas del mar, que hacen turbar a tu navecilla, porque Cristo duerme. Cristo dormía en la nave; los hombres estaban a punto de perecer. Si tu fe se halla dormida en tu corazón, entonces parece que Cristo está dormido en tu nave, puesto que Cristo habita en ti por la fe. Cuando comiences a ser perturbado, despierta tu fe, despierta a Cristo que duerme, y conocerás que no te abandona. Tú crees que te abandona, porque no te libra cuando tú quieres. Él libró a los tres jóvenes del fuego. El que libró a los tres jóvenes del fuego, ¿abandonó a los Macabeos? No, de ninguna manera. Libró a unos y a otros; a los primeros corporalmente, para confundir a los infieles; y a los segundos espiritualmente, para que lo imitasen los fieles. Estoy con él en la tribulación; lo libraré y lo glorificaré.
Para hacer oración con los salmos de cuaresma
Miércoles de ceniza. Salmo 50
Para comprender el salmo
- Es un salmo penitencial: de arrepentimiento y de esperanza por la Misericordia de Dios. Por eso a este salmo se le llama “Miserere”, porque es un salmo de misericordia y perdón de Dios.
- Este salmo es una oración que compone el rey David para pedir Misericordia a Dios. Y lo hace porque se ha acostado con Betsabé, la mujer de Urías, al que luego manda a la primera fila de batalla para que lo maten.
- Lo compone para pedir misericordia por el adulterio y el asesinato que comete.
El salmo
1. 1 Del maestro de coro. Salmo. De David.
2 Cuando el profeta Natán le visitó después que aquél se había
unido a Betsabé.
3 Tenme piedad, oh Dios, según tu amor,
por tu inmensa ternura borra mi delito,
4 lávame a fondo de mi culpa,
y de mi pecado purifícame.
5 Pues mi delito yo lo reconozco,
mi pecado sin cesar está ante mí;
6 contra ti, contra ti solo he pecado,
lo malo a tus ojos cometí.
Por que aparezca tu justicia cuando hablas
y tu victoria cuando juzgas.
7 Mira que en culpa ya nací,
pecador me concibió mi madre.
8 Mas tú amas la verdad en lo íntimo del ser,
y en lo secreto me enseñas la subiduría.
9 Rocíame con el hisopo, y seré limpio,
lávame, y quedaré más blanco que la nieve.
10 Devuélveme el son del gozo y la alegría,
exulten los huesos que machacaste tú.
11 Retira tu faz de mis pecados,
borra todas mis culpas.
12 Crea en mí, oh Dios, un puro corazón,
un espíritu firme dentro de mí renueva;
13 no me rechaces lejos de tu rostro,
no retires de mí tu santo espíritu.
14 Vuélveme la alegría de tu salvación,
y en espíritu generoso afiánzame;
15 enseñaré a los rebeldes tus caminos,
y los pecadores volverán a ti.
16 Líbrame de la sangre, Dios, Dios de mi salvación,
y aclamará mi lengua tu justicia;
17 abre, Señor, mis labios,
y publicará mi boca tu alabanza.
18 Pues no te agrada el sacrificio,
si ofrezco un holocausto no lo aceptas.
19 El sacrificio a Dios es un espíritu contrito;
un corazón contrito y humillado, oh Dios, no lo
desprecias.
20 ¡Favorece a Sión en tu benevolencia,
reconstruye las murallas de Jerusalén!
21 Entonces te agradarán los sacrificios justos,
- holocausto y oblación entera -
se ofrecerán entonces sobre tu altar novillos.
Para hacer oración con el salmo
De los sermones de San Agustin: Mi sacrificio es un espíritu quebrantado. (Sermón 19, 2-3; CCL 41, 252-254).
1. Yo reconozco mi culpa, dice el salmista. Si yo la reconozco, dígnate tú perdonarla. No tengamos en modo alguno la presunción de que vivimos rectamente y sin pecado. Lo que atestigua a favor de nuestra vida es el reconocimiento de nuestras culpas. Los hombres sin remedio son aquellos que dejan de atender a sus propios pecados para fijarse en los de los demás. No buscan lo que hay que corregir, sino en qué pueden morder. Y, al no poderse excusar a sí mismos, están siempre dispuestos a acusar a los demás. No es así como nos enseña el salmo a orar y dar a Dios satisfacción, ya que dice: Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado. El que así ora no atiende a los pecados ajenos, sino que se examina a sí mismo, y no de manera superficial, como quien palpa, sino profundizando en su interior. No se perdona a sí mismo, y por esto precisamente puede atreverse a pedir perdón (...).
2. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado; tú no lo desprecias. Este es el sacrificio que has de ofrecer. No busques en el rebaño, no prepares navíos para navegar hasta las más lejanas tierras a buscar perfumes. Busca en tu corazón la ofrenda grata a Dios. El corazón es lo que hay que quebrantar. Y no temas perder el corazón al quebrantarlo, pues dice también el salmo: Oh Dios, crea en mí un corazón puro. Para que sea creado este corazón puro, hay que quebrantar antes el impuro.
-
Con una silla preparada para ti. Newsletter de Santa María Madre de Dios ...
-
Documento sin título Primera semana de adviento Salmo 24 Para comprender el salmo El salmo está construido con una estra...
-
Documento sin título Haciendo oración con los salmos. Semana de la Navidad. Salmo 128 Para comprender el salmo Este...